Muchos han intentado descubrir el propósito que tienen en esta tierra; por lo que se han desgastado tratando de encontrarle el sentido real a su existencia.

La mayoría de las personas consideran que su vida gira entorno a las metas personales que puedan tener, ser profesional, formar una familia, adquirir una casa o establecer un negocio.
Pero la verdad es que todas las personas comparten un mismo sentido, sin saberlo, y un mismo propósito de vida, el cual es servir a otros. Un siervo es aquel que se somete a la voluntad de alguien que representa para el una autoridad.
Es aquella persona que se humilla y es obediente a la voz de su Señor; de alguna manera u otra siempre se sirve o se trabaja para alguien más. Esto se cumple tanto en la vida secular como espiritual.
«Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.», Lucas 17:10.